domingo, 8 de enero de 2017

Pánico de Mika Myllyaho

La madurez llega cada vez más tarde a hombres y mujeres, y eso, en el mejor de los casos, porque muchos prefieren quedarse aparcados en una especie de eterna juventud de la que prefieren no salir. Y eso sucede en buena parte del orbe occidental, incluidos los países nórdicos europeos. En esta obra el dramaturgo Mika Myllyaho ha abordado este asunto en forma de comedia. “Pánico” basa su reflexión en las dos emociones más potentes que existen: el amor y el miedo. Se trata de tres personajes masculinos que, por diversas circunstancias, se ven forzados a crecer interiormente, la vida les ha obligado a detenerse y reflexionar, a mirarse un poquito por dentro y a dar un paso renovador. El miedo surge de ese vértigo que produce cualquier situación de cambio o de ruptura. Ese miedo se va contagiando de un personaje a otro, por eso el miedo se transforma en pánico.
Mika Myllyaho (1966), es uno de los principales directores escénicos finlandeses y, desde 2010, es el director general del Teatro Nacional de Finlandia. Debutó en 2005 como dramaturgo con ‘Paniikki’, en donde se abordan "los problemas de ser un hombre". En su siguiente obra ‘Caos’ (2008), se adentró con evidente humor negro en las distintas visiones que sobre la vida tienen tres mujeres en el mundo de hoy, mientras que en su tercera obra, ‘Armonía’ (2009), la obra que completa la trilogía, es una comedia descarnada sobre el trabajo y la pasión.
‘Pánico’ plantea la situación de tres hombres en torno a los 40, que han fracasado en su vida afectiva y este fracaso acaba también por afectar a sus demás ámbitos existenciales.
Leo llega de madrugada y borracho al piso de Max. Ambos son amigos de la infancia, de su época de boyscouts. Leo, ingeniero, trabaja como representante de tecnología para ascensores. Su novia desde hace 13 años, María, le ha pedido que no vuelva a casa hasta que no reflexione. Su actitud le provoca una confusión tremenda. Leo pasa la noche en casa de su viejo amigo Max, y es a la mañana siguiente cuando, avergonzado y desesperado, le pide un favor: que sea su terapeuta durante una semana, justo el tiempo que le ha dado su pareja para encontrar una respuesta a su presunta crisis.
Pero Leo no sabe que Max está atravesando también una crisis existencial enorme, hace ya un año que ha dejado a Julia, su novia, tras diez años de relación y tuvo que ir a terapia para superarlo. No funcionó, y ahora está en una fase de búsqueda del equilibrio espiritual mediante ejercicios de meditación y silencio. Max lleva tres meses sin salir de casa por pánico, debido a un episodio de claustrofobia que sufrió en el metro. La llegada de Leo trastoca sus planes y provoca enfrentamientos entre los dos.
Y además hay un tercero en discordia: Joni, hermano de Max y amigo también de Leo, que es presentador de un programa televisivo, un talk show de mucho éxito. Joni es egocéntrico, algo histérico, cuida mucho su aspecto físico y le encantan los coches de lujo y las mujeres (en su agenda figuran cientos de nombres con las que ha tenido relaciones) pero no para quererlas sino para acostarse con ellas. Cuando conoce la causa por la que Leo está pasando unos días con su hermano Max, le dice a Leo que debe tender a que su vida deje de ser tan monótona y que se esfuerce por buscar los “puntos de giro”.
Ninguno quiere darse cuenta de sus verdaderos problemas, ninguno sabe cómo ayudarse entre sí, ninguno quiere afrontar sus miserias. Por eso los tres, desde la convivencia forzada y torpe, llegarán a situaciones inverosímiles y cómicas con el fin de sacar adelante sus caóticas vidas. No es la crisis de los treinta o de los cuarenta lo que provoca el estrés en un hombre, son sus propias circunstancias y su entorno diario, que hacen que no vea lo que para muchos está claro: no quiere afrontar sus problemas.
Mika Myllyaho aborda uno de sus temas habituales: los problemas de ser un hombre. La forzada convivencia de Max, Leo y Joni, demuestra la falsedad del manoseado dicho de que todos los hombres son iguales, se nos presenta a tres varones totalmente diferentes, los tres tienen problemas con el amor y afectivos, y cada uno lo encara de una manera diferente.

Al pedir Leo a Max una terapia se proponen dos formas de afrontar un problema, como lo hacen los mismos terapeutas. Max es partidario de la reflexión y la búsqueda de la causa del problema, como los psicoanalistas y Joni es partidario de atajar directamente el problema, como hacen los conductistas. “Pánico” es una comedia hilarante, que no hace sonreír, sino reír a carcajadas, y ayuda a fomentar las idea de que los hombres, afortunadamente, no somos todos iguales, por lo que podemos sentirnos totalmente libres, sin obligación de cumplir ningún patrón, tramontano y machista.


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