jueves, 28 de diciembre de 2017

El Señor de los Anillos de J.R.R. TOLKIEN


Los dioses forjaron anillos de poder y fueron entregados a las diversas razas que poblaron el mundo.
Nueve anillos fueron dados a los reyes de los hombres, siete anillos a los reyes enanos, y tres anillos a los reyes de los elfos. Mientras, Sauron, un dios maligno, aprendió el secreto de la creación de los anillos y forjó el Anillo, tan poderoso que era capaz de dominar a todos los otros. En posesión del Anillo, Sauron diseminó el mal que marcó el final de la Segunda Era.
El Anillo terminó siendo arrancado de Sauron y las fuerzas del mal fueron derrotadas. Sauron perdió su forma corpórea y su espíritu quedó preso en la Tierra de Mordor. La historia de las dos primeras Eras del Mundo, incluyendo la creación de los Anillos de Poder y la derrota de Sauron son contadas en el libro El Silmarillion.
En cuanto al Anillo, que desapareció después de la batalla, después de causar muchos males, cayó en manos de Gollum, un hobbit que fue pervertido por la fuerza maligna del anillo, pasando la vida aislada en una cueva oscura y lleno de agua fétida. El libro El Hobbit narra una serie de aventuras vividas por el hobbit Bilbo Bolsón, que accidentalmente toma posesión del Anillo y lo lleva a la Comarca.
J. R. R. Tolkien planeó El Señor de los Anillos como una secuela de su anterior novela, El hobbit, pero terminó por convertirse en una historia de mucho más alcance y extensión. Su historia se desarrolla en la Tercera Edad del Sol de la Tierra Media, un lugar ficticio poblado por hombres y otras razas humanoides como los hobbits, los elfos o los enanos, así como por muchas otras criaturas reales y fantásticas.
La novela narra el viaje del protagonista principal, el hobbit Frodo Bolsón, para destruir el Anillo Único y la consiguiente guerra que provocará el enemigo para recuperarlo, ya que es la principal fuente de poder de su creador, el Señor Oscuro Sauron. Resulta que Sauron, el Señor Oscuro, no sale en el libro. Sauron es el malo. Se habla mucho de él, pero no sale en ningún momento. ¿Cómo que Sauron no sale? Se espera que Gandalf, Aragorn y Frodo luche fieramente contra Sauron en un combate final. Pero no. Se una horda de enemigos defendiendo el Monte del Destino para que Frodo no pudiera destruir el anillo. Pero no. Al final, Frodo llega solo a su destino, sin que prácticamente nadie se interponga en su camino. Ni Sauron ni nadie está allí para impedirle que lleve a cabo su misión. ¿Cómo puede ser que Sauron no se defienda? ¿Cómo puede ser que ni tan solo salga en el libro? La respuesta es muy sencilla: Sauron no existe. Nunca existió.
Una de las maravillas de El Señor de los Anillos es que está escrito de manera que parece que hay muchos peligros y enemigos, pero en realidad no hay ninguno. El protagonista principal de la historia es Frodo, él es quien tiene la responsabilidad de destruir el anillo. Y Frodo no se encuentra prácticamente a ningún enemigo en todo el camino. Se interna en las tierras enemigas sin que nadie le obstaculice, y llega hasta el Monte del Destino, el lugar donde el anillo debe ser destruido, totalmente solo. No hay nadie allí para impedirle que lleve a cabo su misión. Ni tan siquiera hay una simple muralla que le dificulte el paso. Únicamente hay un rio de fuego, el lugar donde tiene que tirar el anillo para destruirlo. Solo tiene que cogerlo y lanzarlo. Ya está.
La gran mayoría de nosotros creemos que Sauron existe. Creemos que hay enemigos y obstáculos en el mundo y que tenemos que luchar contra ellos. Hay que decir que realmente lo parece. Igual que en El Señor de los Anillos parece que hay muchos enemigos, nuestro mundo también parece estar repleto de peligros. Pero es solo una ilusión. Nuestra lucha es una lucha interna, y nuestros obstáculos son todos internos. Al igual que Frodo, no tenemos la necesidad de desenvainar la espada en ningún momento, porque no hay nadie con quien luchar. Solo tenemos que avanzar. Esta es nuestra misión: avanzar. Poner un pie delante del otro, y luego repetir el proceso una y otra vez.
La verdadera lucha de El Señor de los Anillos es la lucha que tiene Frodo consigo mismo para cargar con el anillo y avanzar. Y cuando llega a su destino, la gran lucha final es conseguir lanzar el anillo al fuego en lugar de sucumbir al deseo de quedárselo. Todo el libro es una lucha interna. La lucha de Frodo consigo mismo. La misma lucha que todos tenemos con nosotros mismos.
Esta trilogía cuenta la aventura de la Comunidad del anillo, por lograr llevar hasta el Anillo Único hasta Orodruin, montaña de lava resplandeciente, ubicada en las tierras de Moldor, para que sea destruido. Esta comunidad está conformada por seres de las diversas razas que habitan sobre la Tierra Media. En ella se encuentran entonces cuatro hobbits: Frodo (protagonista de la historia y portador del anillo), Sam, Pippim y Merry; Légolas (un elfo); Gimli (enano); Gandalf (un mago) y Trancos (un dúnedain, una subraza humana, y quien será descubierto hacia el final de la historia como Aragón, rey de la Tierra Media).




Por su parte, el Anillo Único, elaborado para el señor oscuro, y quien tiene el poder de dominar a los hombres y todos los seres de la Tierra media, se encuentra perdido, sin que nadie sospeche, que durante años ha pertenecido a dos hobbits: el primero de ellos, Sméagol, quien ha sido corrompido por este objeto mágico, hasta convertirse en su sombra y su voz, siendo conocido entonces como Gollum; así mismo, el segundo guardián del anillo ha sido Bilbo Bolsón, quien lo ha encontrado en el hogar de Sméagol, y quien lleva años guardándolo, sin conocer su real poder.
La Edad Media ha llegado a su fin, y la maldad de Saurom y las fuerzas oscuras pretenden tomarse el control de todas las razas existentes. Para esto busca desesperado dónde encontrar el Anillo Único que le permita dominarlas y destruirlas. Por lo tanto ha llegado la hora de destruirlo, para salvar la Tierra. Sin embargo, el anillo debe ser destruido en el mismo fuego que lo ha forjado, por eso debe ser conducido hasta el fuego de Orodruin.
El elegido será Frodo, sobrino de Bilbo Bolsón, y quien deberá portar el anillo, el cual a cada minuto se hace más pesado y difícil de llevar, pues su naturaleza maligna hace que todos lo deseen, y sucumban a su poder. Sin embargo, Frodo no estará solo, sino que será guiado desde su hogar en La Comarca hasta cumplir con su destino por sus amigos de la Comunidad del Anillo, a través de un viaje por la Tierra Media, la cual se prepara para un cambio de era definitivo.
Finalmente, pese a la difícil misión, y después de demostrar su valor, Frodo, en compañía de su inseparable amigo Sam, logra cumplir con su tarea, y destruir el anillo, salvando la Tierra media, para casi al mismo tiempo descubrir que el Rey de esta ha vuelto, para gobernar sobre ella, y que es nada más y nada menos que Trancos, quien en realidad se llama Aragón, hijo de Arathorn.
Han pasado sesenta años desde que Bilbo Bolsón, el héroe de El Hobbit, había vuelto de su viaje. Bilbo está apunto de batir una marca récord de edad: 111 años. Por ello anuncia una gran celebración en su honor y en el de su sobrino Frodo, que cumple 33 años el mismo día. Frodo había sido adoptado hace algunos años como heredero y Bilbo le trajo para vivir con él en Bolsón Cerrado. La fiesta es un éxito. Acuden a ella un gran número de hobbits; pero Bilbo se ha sentido extraño últimamente, y ha decidido tomarse unas vacaciones lejos de la Comarca. Así, después de pronunciar un discurso de sobremesa delante de 144 invitados entre los amigos más íntimos de Frodo y sus parientes, Bilbo se pone su anillo mágico y desaparece causando gran sorpresa.
Habla una última vez con Gandalf antes de partir, y casi cambia su intención de dejar el anillo a Frodo; pero Gandalf lo persuade de su idea, y Bilbo parte, dejando mucho atrás pero más feliz que en toda su vida. Frodo hereda el anillo, y Gandalf le advierte de no usarlo.
Al día siguiente Frodo está ocupado dando los regalos que Bilbo había dejado para los hobbits, y una muchedumbre de personas rodea la casa, muchos de ellos excavando alrededor y buscando los tesoros imaginarios de Bilbo. Gandalf marcha, y no volverá en mucho tiempo.
Gandalf visita a Frodo algunas veces en los años siguientes. Frodo se acostumbra a ser el amo de Bolsón Cerrado, y se hace amigo de algunos de los hobbits más jóvenes, como Peregrin Tuk y Merry Brandigamo. La mayoría lo consideran raro, tal y como pensaban de su tío Bilbo.
Empiezan a correr rumores de extraños sucesos fuera de la Comarca, como el de la restauración del Poder Oscuro en la Tierra de Mordor, aunque la mayoría de los hobbits no los creen todavía. En el quincuagésimo año de Frodo, Gandalf lo visita de nuevo y tienen una larga charla acerca del anillo que Frodo había heredado de Bilbo.
Hubo un largo silencio. Gandalf volvió a sentarse; fumaba la pipa como perdido en sus pensamientos. Gandalf le habla a Frodo sobre la naturaleza y la historia del anillo que realmente es el más grande de los Anillos de Poder y fue creado hace tiempo por Sauron, el Señor Oscuro de Mordor. Sauron está buscándolo ahora ávidamente, y si lo encuentra, su poder crecería inmensamente. El Anillo debe destruirse para que Sauron no pueda encontrarlo; pero sólo puede destruirse en las llamas del Orodruin, el Monte del Destino en Mordor.
Parece que Sauron ya había oído hablar de Bilbo y de la Comarca gracias a Gollum, así que ahora la Comarca probablemente ya no fuera un lugar seguro para Frodo. Este decide salir para destruir el Anillo, acompañado por el joven Sam Gamyi, su jardinero, que al contrario que la mayoría de los hobbits, cree en los viejos cuentos y le encantaría ver a los magníficos Elfos.
Frodo vende Bolsón Cerrado a los Sacovilla-Bolsón y compra una casa en Los Gamos, al este de La Comarca, donde había pasado su juventud, para evitar sospechas del motivo de su marcha. En su quincuagésimo cumpleaños parte de Bolsón Cerrado junto con sus amigos Pippin (Peregrin Tuk) y Sam Gamyi. Gandalf se había marchado durante un tiempo en busca de noticias, pero no había vuelto todavía, lo que preocupaba a Frodo.
Al día siguiente descubren que los misteriosos Jinetes Negros les están siguiendo. Sin saber qué son exactamente, Frodo, muy cuidadoso, decide no dejarse ver por estos Jinetes. Andando por la tarde se encuentran con un grupo errante de elfos cuyo jefe es Gildor Inglorion. Frodo habla durante mucho tiempo con Gildor, y este le aconseja que intente llegar a Rivendel a pesar de la ausencia de Gandalf, y le dice que los Jinetes Negros son sirvientes peligrosos del Enemigo.
Al día siguiente Frodo decide tomar un atajo hacia el río Brandivino, donde Merry se suponía que les esperaba ese día. Atajaron para llegar allí más pronto, y para evitar ser vistos de nuevo por los Jinetes Negros. Después de un viaje largo y desagradable a través de los bosques, alcanzan la propiedad del Granjero Maggot que es conocido por azuzar a sus perros a cualquier intruso que intente coger sus hongos, como el propio Frodo había experimentado en su juventud.
Por suerte Maggot les recibe de buena gana, sobre todo cuando descubre a Pippin, amigo suyo. Maggot les dice que un jinete negro extraño y aterrador le hizo preguntas por un tal Bolsón por la mañana. Maggot les acoge en su casa y por la mañana temprano les lleva en carreta hasta el punto donde habían quedado con Merry. Frodo acepta su ayuda alegremente y deciden partir a través del Bosque Viejo, un lugar raro y peligroso, evitando así los caminos que probablemente estén vigilados por los Jinetes.
Los hobbits entran en el Bosque Viejo y pronto empiezan a sentir su rareza, como si los árboles estuvieran vigilándolos y los odiaran. Más tarde llegan al río Tornasauce y encuentran un camino que corre paralelo a su cauce. Este camino los lleva al Viejo Hombre-Sauce donde empiezan a sentirse somnolientos de repente. Frodo, Merry y Pippin se duermen, y el árbol tira a Frodo al agua y captura a Merry y Pippin bajo sus raíces. Sam y Frodo no pueden rescatarlos, y corren por el camino gritando auxilio.
Se encuentran con Tom Bombadil, un hombre extraño que canta canciones sin sentido. Tom canta la melodía correcta, y el Hombre-Sauce permite salir a Merry y a Pippin; entonces Tom invita a los hobbits a su casa, donde vive con Baya de Oro, la Hija del Río.
Se dirigen a Rivendel, y Trancos los lleva a través del pantano de Moscagua hasta la Colina de los Vientos que ofrece una vista privilegiada. Tienen que cruzar una cordillera de colinas para acercarse de nuevo al camino, ya que su única esperanza de llegar a tiempo a Rivendel es seguir el camino que cruza el río Bruinen: deben llegar al Vado del Bruinen. En el camino se encuentran con Glorfindel, un Señor elfo que ha sido enviado desde Rivendel para encontrarlos y ayudarlos.
Cerca del Vado del Bruinen, son emboscados por los Jinetes Negros, cinco que los siguen por detrás y cuatro que esperan en el Vado. Frodo consigue escapar de ellos y cruzar el río en el caballo de Glorfindel. Entonces una gran avalancha de agua viene río abajo arrastrando a los Jinetes lejos de allí.
Ya en Rivendel se realiza un concilio, con todos los representantes de los pueblos libres, donde se decide que el Anillo Único debe ser destruido en las Grietas del Destino, ubicada en la tierra tenebrosa de Mordor que es donde fue forjado por Sauron. Se forma así la Comunidad de Anillo que tiene la función de proteger al portador (Frodo). La comunidad queda conformada por nueve voluntarios: tres Hobbits (Frodo, Merry y Pippin), dos hombres (Aragorn y Boromir), un Enano (Ginli), un Elfo (Legolas) y un mago (Gandalf).
Pero una serie de circunstancias durante el viaje, entre ellas la perdida de Gandalf quien cae en lo profundo de una cueva luchando contra un demonio antiguo y el encuentro con Galadriel, la Dama del reino de los bosques de Lothlorien quien le muestra (a Frodo) en su espejo acontecimientos del futuro, llevaran a Frodo a tomar una difícil decisión: emprender solo la siguiente parte del trayecto.
Es por eso que cuando llegan a la cima del Amon Hen y se ven asediados por los orcos, Frodo aprovecha la confusión de la pelea para escabullirse; solamente su fiel sirviente y amigo San advierte su maniobra y se fue con él. Los dos recorren juntos las estériles tierras de Mordor. Frodo y Sam, después de un agotador y peligroso viaje, finalmente llegan a su destino final: la Grieta del Destino. Frodo está a punto de lanzar el Anillo en el Monte del Destino cuando sucumbe ante su poder, negándose a destruirlo y reclamándolo para sí. Frodo se coloca el Anillo en el dedo pero justo en ese momento, Gollum, que había estado siguiendo la pareja, ataca a Frodo y le arranca el dedo de un mordisco. Gollum se regodea de haber recuperado el Anillo, pero pierde el equilibrio y cae en la lava ardiente con el Anillo. Este es destruido, liberando a la Tierra Media del poder de Sauron. Frodo y Sam son rescatados por las grandes águilas, que les llevan desde el Monte del Destino.
Tras la derrota de Sauron, sus ejércitos huyen de las Morannon. A los hombres que estaban luchando por la causa de Sauron pero que se rinden son perdonados y se les permite regresar a sus tierras en paz. Aragorn es coronado Rey de Gondor fuera de las murallas de Minas Tirith, durante la celebración los cuatro Hobbits son honrados por su contribución a la Guerra del Anillo.
Después de una serie de despedidas, los Hobbits regresan a la Comarca (Tierra Media) para encontrar que todo está muy cambiado, sus habitantes están oprimidos por Lotho Sacovilla-Bolsón (normalmente se llama "El Jefe" o "El Jefe"), que es en realidad controlado por una figura misteriosa llamada "Zarquino".
Zarquino ha tomado el control completo de la Comarca mediante hombres corruptos y comienza la tala de árboles en un programa para industrializar la Comarca (que en realidad no produce otra cosa que la destrucción y la miseria de la gente del lugar). Merry, Pippin, Frodo y Sam hacen planes para arreglar las cosas. Lideran la sublevación de los Hobbits y salen victoriosos en la Batalla de Delagua la cual logra liberar a la Comarca del dominio de los hombres de Zarquino.
Los cuatro hobbits se reúnen en Bolsón Cerrado con el hombre que se hace llamar Zarquino, quien se revela como Saruman el mago y su sirviente Grima. Afectado por la derrota, Saruman abusa y humilla a Grima, quien termina por degollar a su amo y huir, pero los arqueros hobbits disparan contra el matándolo en el acto.
Con el tiempo la Comarca se recupera, en gran parte por el incansable trabajo de Sam. Los muchos árboles que los hombres de Saruman cortaron se vuelven a plantar, los edificios se reconstruyeron y la paz se restaura. Frodo más tarde deja la Comarca para partir hacia las Tierras imperecederas más allá del mar, parte junto con Bilbo, Galadriel, Elrond y otros elfos desde los Puertos Grises, Sam le acompaña en su viaje hasta los puertos y vuelve a su casa en Hobbiton donde pronuncia las últimas palabras del libro: "Bueno, estoy de vuelta

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