domingo, 14 de mayo de 2017

Hamlet de William Shakespeare

La historia se desarrolla en el Castillo de Elsinore donde tiene su asiento la corte de Dinamarca. El príncipe Hamlet sufre la pérdida de su padre, el rey Hamlet y se siente melancólico y abatido por las cosas del mundo. Apenas pasado poco más de un mes del fallecimiento del Rey, Claudio, hermano del difunto, hereda el trono, y se casa con la madre de Hamlet, la reina Gertrudis mientras Hamlet deambula por el palacio lleno de sospechas y dudas. Estos hechos hacen que la agonía y el dolor de Hamlet aumenten, ya que ve a su madre como una mujer de afectos inconstantes, sin corazón e infiel. Más adelante, el supuesto fantasma del padre de Hamlet se le aparece y le revela la causa de su muerte, esto es que ha sido asesinado por su propio hermano, Claudio. El fantasma dice que Claudio vertió veneno en su oído, lo que le causó la muerte; y pide además a Hamlet que se vengue acabando con la vida del fratricida sin hacer daño a Gertrudis. A Hamlet le corresponde la venganza del asesinato, pero se angustia entre la acción y la duda y busca excusas para posponer la venganza. Hamlet duda si el fantasma es o no su padre y si lo que le ha dicho es cierto. Se pone de acuerdo con dos guardias (Bernardo y Marcelo) y con su gran amigo Horacio para trazar un plan: se va a hacer el loco para que la gente no sospeche de lo que trama en secreto. Polonio, el chambelán de la corte cree que la locura de Hamlet se debe a la prohibición de que cortejase a su hija Ofelia. Considera que Hamlet está sufriendo los efectos del amor que siente por su hija Ofelia quien ha tenido una relación afectiva y amorosa con Hamlet en tiempos anteriores al inicio de la acción dramática, y ha sido obligada por su padre Polonio y por su hermano Laertes a que termine con dicha relación por unos chismes. Vigilada por su padre y por Claudio, Ofelia rompe la relación devolviendo a Hamlet algunos recuerdos que él le había dado. Hamlet reacciona con furia, enloquecido, diciéndole que se vaya a un convento (nunnery), palabra que también significaba prostíbulo en aquella época. Más adelante, Hamlet, aprovechando unos actores que el rey Claudio había ordenado contratar para que lo distrajeran de su melancolía, ordena para que monten una obra de teatro mostrando la manera en que el fantasma le describió haber sido asesinado. De esta manera, Hamlet aprovecha la visita de una compañía de actores a la corte para descubrir si el mensaje del fantasma es verdadero. Para ello escribe una obra de teatro llamada La Ratonera en la cual se reproduce en escena el asesinato de su padre y estudia las reacciones del rey Claudio quien al contemplar el asesinato de su hermano representado en palacio se enfada. Hamlet se convence de que el fantasma ha dicho la verdad y censura a su madre, Gertrudis. Le echa en cara haberse casado con Claudio, traicionando así a su padre y durante la conversación, al ponerse en evidencia un espía con una certera estocada, Hamlet mata a Polonio que estaba escondido tras unos cortinajes. En el arrebato de ira, el príncipe pensó que quien estaba oculto era el rey Claudio. Entonces aparece el espectro y habla con Hamlet, pero la reina no lo puede ver ni escuchar. El espectro insta a Hamlet a cumplir la venganza. El Rey, atemorizado tras verse comprometido por el argumento de la obra y temiendo por su propia vida luego de conocer el asesinato de Polonio, decide enviar a Hamlet a Inglaterra, pero no sin antes pedirles en secreto a los ingleses que no duden en asesinar a Hamlet en cuanto llegue. Hamlet parte a Inglaterra acompañado de dos mercenarios (Rosencrantz y Guildenstern) que llevan el encargo de convencer al rey de Inglaterra para que ejecute al príncipe. Hamlet cambia la orden, reemplazándola por la muerte de los dos portadores. Hamlet cae prisionero de un pirata, pero es devuelto por ellos mismos a Dinamarca. Laertes al enterarse del asesinato de su padre jura venganza. Ofelia, con su salud mental seriamente afectada por el asesinato de su padre, se suicida tirándose a un río donde muere ahogada. El rey Claudio y Laertes, al saber del fracaso que tuvo el plan de matar a Hamlet y enterarse también de su regreso, organizan un plan para matarlo. Laertes se encuentra con Hamlet, que ya ha vuelto de Inglaterra, en la tumba de Ofelia. Laertes acusa a Hamlet de la muerte de su padre y hermana y lo reta a duelo. El plan para matar a Hamlet consiste en envenenar una de las espadas y tener un copa de vino envenenado para el caso de que la espada falle. Laertes peleará contra Hamlet con una espada envenenada. Pero en la lucha se intercambian las armas, y los dos son heridos. En su agonía, Laertes revela la traición del rey. La reina, Gertrudis, toma por equivocación el vino envenenado que iba destinada a su hijo y muere. En un arranque de cólera, Hamlet arremete con la espada envenenada contra Claudio y logra herir al rey y le hace beber de su propio veneno, cumpliendo finalmente la venganza que el fantasma de su padre anhelaba. Hamlet, ruega a su amigo, Horacio, que cuente la verdadera historia de su tragedia al mundo y antes de morir pide que se declare al príncipe noruego Fortinbras, heredero del trono. La obra finaliza con la entrada en la corte de Fortinbras, quien ofrece un funeral militar en honor a Hamlet.

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