sábado, 10 de febrero de 2018

Rayuela de Julio Cortázar


No tiene un argumento lineal, sino que es un compendio de varios argumentos. Cierto es que se centra la novela en la vida de un personaje que tiene un mayor peso que el resto: Horacio Oliveira, y será a través de las vivencias de este personaje como se desarrolle la trama de la novela.

Cada personaje tiene una historia que será narrada de una manera un deshilachada.  Para compensar esto, hay algunos temas que se repiten a lo largo de la novela: la música, el sexo, la violencia y el individualismo, acompañado todo ello con ciertos toques de humor que en algunos momentos llegan al surrealismo puro y duro.

Primero la acción transcurre en París. Oliveira tiene alrededor de 40 años, y no tiene trabajo. Se dedica a divagar sobre todo tipo de temas con los componentes del Club de la serpiente (al que también pertenece). Horacio mantiene relaciones con varias mujeres al mismo tiempo. Por un lado con la Maga (Lucía), por otro con una francesa (Pola), y aún mantiene una novia en Buenos Aires (Gekrepten).

 Horacio desea golpear, reventar a algún personaje, pero siempre lo hace (desde su punto de vista) por hacer un bien. Es el caso que se da con la pianista Berthe Tredat. Esta pianista, "vive en su mundo". En un concierto al que apenas asisten 20 personas y solo Horacio termina de ver, ella cree ver más de 200. Horacio la acompaña a su casa en un "día de perros" con una lluvia que le cala hasta los zapatos. Ella no deja de hablarle de grandezas, de sus éxitos (que nunca lo fueron) y Oliveira llega a la conclusión de que lo mejor sería reventarla para que no sufriera con la realidad. Por supuesto no la toca, porque la violencia de Oliveira es algo más mental que físico.

Cuando vuelve a Argentina (expulsado de Francia por escándalo público), los problemas los tendrán Traveler y su mujer Talita. En Buenos Aires, la violencia la ejercerá sobre sí mismo, cuando Cortázar nos da a entender que se tira desde la ventana del manicomio donde trabaja.

Otro personaje importante y que jugará un papel decisivo en la novela (de manera intranscendete) es Lucía  "la Maga". Es la pareja de Oliveira en París. Tiene un hijo (Rocamadour) y una vida truculenta a sus espaldas.

Tiene un complejo de inferioridad respecto al resto del Club de la Serpiente. Para ella, todos saben de todos los temas y ella lo único que quiere es absorber como una esponja tantos conocimientos como pueda. Ante esto resulta curioso que muchas de las mejores frases de la novela sean de ella: "es mucho más fácil hablar de las cosas tristes que de las alegres" (será porque su vida ha sido muy triste). Narra con total sencillez las veces que fue violada en Montevideo (donde nació).

Es madre de Rocamadour, ¿le pondrá este nombre al niño por la ciudad francesa conocido por su espiritualidad medieval?. El bebé está enfermo pero ella no quiere llevarlo al hospital. El capítulo 28 es posiblemente de los más duros del libro. El bebé muere y Lucía cree que duerme, todos los pertencientes al Club de la Serpiente saben que el niño ha muerto y esperan hasta altas horas de la madrugada, a que la madre se de cuenta. Rocamadour (el bebé) es un personaje del que se habla, su presencia es latente en casi todos los acontecientos que se producen en la etapa parisiense.

De los personajes que forman parte del Club de la Serpiente hay dos que sobresalen de los demás Gregorovius y Wong. El primero es otro intelectual  que está al nivel del propio Oliveira, eso unido a que está enamorado de Lucía "la Maga" provocará las malas relaciones entre estos dos.

Wong por otro lado es el personaje que encarna a lo violento, lo truculento, lo macabro. Y no porque sea lo primero, si no por lo que le gusta lo segundo y lo tercero. Si hay una escena que impacta por su dureza es aquella en la que Wong muestra a Oliveira unas fotos de la tortura producida en 1905 en Pekín.

 Con Traveler y Talita se da la dicotomía humor-dolor. Alguno de los pasajes mas surrealistas de la novela se producen con esta pareja y Oliveira. El capítulo 41 narra un momento delirante en el que los vecinos para ir de una casa a otra deciden unir sus ventanas mediante unas tablas para no tener que bajar y subir escaleras y cruzar la calle.

 Es uno de los mejores capitulos del libro, aúna el humor con el suspense de ver si Talita caerá al vacío cuando está cruzando la tabla para llevarle a Horacio unas hojas de mate y unos clavos.

El individualismo de la sociedad es otro tema que trata el autor. Hay un párrafo esclarecedor. En un café de París, hay unos albañiles, unos estudiantes, una lotera... todos van  a los suyo. En un momento dado se produce un accidente siendo atropellado un anciano, todos acuden a ver lo sucedido pero en cuanto empieza a llover todos vuelven a sus quehaceres, a su individualismo, a ocuparse de si mismos olvidándose de los demás.
Fuente: mislecturasclasicas.blogspot
          

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