domingo, 14 de mayo de 2017
Mujeres de Charles Bukowski
“Mujeres” es una de las más aclamadas novelas de Bukowski. Es una obra acerca del amor. Aunque su génesis se halle en la perversa cabeza de Charles Bukowski y aunque cada página de la novela original esté empapada de alcohol, disputas de remolienda y chicas malas para un chico aún más malo. En “Mujeres”, su alter ego Henry Chinaski, el `viejo indecente´, un perdedor nato, se encuentra a los cincuenta años con una creciente reputación literaria, algún dinero en el banco y mujeres: montañas de mujeres. Se le ofrecen en los recitales de poesía, le escriben cartas procaces, le telefonean sin cesar. Y Chinaski las quiere todas, quiere desquitarse de sus largos años de forzadas abstinencias. Y a la vez, este gigantesco maratón sexual es un proceso de aprendizaje, de conocimiento, en el que Bukowski no escatima sarcásticas observaciones sobre sí mismo. El relato describe incontables borracheras mientras cuatro chicas recorren la geografía de la vida bohemia de Henry Chinaski. Lydia, la bipolar favorita de Buko, DeeDee la incondicional, Cecilia la novia del mejor amigo y Tanya la nínfula deseosa y deseable que recrean los mejores párrafos de la mejor novela de Bukowski. Charles era hijo de un militar americano y una guapa alemana y siempre ha estado patente en sus relatos el odio hacia su padre por su carácter extremadamente abusivo y violento y su indiferencia hacia su madre que siempre fue esclava sumisa de su padre. Su desarrollo en la etapa adolescente se vio fuertemente afectado por el acné vulgaris que contrajo y que le hizo hacerse aún más huraño y violento de lo que había sido de pequeño. Su siguiente etapa (después de un intento fallido en la escuela de periodismo) fueron diez años en los que intentó convertirse en escritor en Los Ángeles, pero más bien lo que consiguió fue alcoholizarse totalmente y adquirir ese porte de vagabundo con clase que le hizo famoso. En estos años pasó por innumerables empleos que no le duraban más de unas horas e incluso se dedicó a boxear aprovechando las tablas que había adquirido peleándose con todo tipo de personajes en los bares que tanto frecuentaba. Esta etapa terminó con su ingreso en un hospital de la beneficencia con el hígado totalmente ulcerado y los intestinos reventados literalmente de tanto beber, en 1954. Los médicos le dieron por acabado y le ingresaron en una sala donde estaban todo este tipo de pacientes, y donde las enfermeras hacían viajes cada diez minutos para recoger los cadáveres de los que hace un momento eran pacientes, pero inexplicablemente Bukowski revivió y con más fuerza que nunca. Por último tenemos al Bukowski rico y famoso, el más depravado de todos. En los sesenta la generación Beat vio en él un puntal estable al que agarrarse con fuerza y un ídolo bibliográfico al que admirar, y de hecho Buk vendió más de un millón de ejemplares de sus libros en un año. Pero la fama lo único que hizo fue potenciar aún más la personalidad que le había llevado a ser esa especie de estrella del rock escritor. Como detalle se puede señalar que en sus recitales de poesía había tanta gente como en los conciertos de rock y la gente tenía una actitud muy similar, todos bebían, fumaban y voceaban al ver a su ídolo recitar sus obras con una caja de cervezas al lado que siempre terminaba vacía al final de la lectura. Buk aprovechó aquella época para saciar ese deseo sexual que siempre acompañaba a sus obras y empezó a tocar la parte erótica de sus relatos con más intensidad. El sexo siempre fue muy importante en la vida de Buk y el siempre se sintió traumatizado con sus experiencias con las mujeres, que siempre acababan siendo catastróficas, especialmente en el caso con su primera mujer, que murió con él durante uno de sus maratones de alcoholismo. La obra de "Buko" está orientada hacia un enfoque minimalista, técnica narrativa escueta y directa, carente de adornos estilísticos, frases y párrafos cortos, sin esmerada ortografía, pocos personajes, poca acción, de tono apagado y lineal, sin movimiento, intriga ni trama. En conclusión, Charles Bukowski ha sido uno de los autores más importantes de la literatura del siglo XX, y es que este escritor pasó de ser un borracho al que nadie quería tener cerca y que vivía como un vagabundo en Los Ángeles a ser un ídolo de masas (cosa rara en un escritor) admirado por los intelectuales, por las clases populares y por muchos artistas que cada año le rinden homenaje en sus propias obras.
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