Escrito en primera persona, El Guardián entre el Centeno relata las experiencias de Holden Caulfield en la ciudad de Nueva York, después de ser expulsado de Pencey Prep, su escuela secundaria. Holden tiene diéciseis años, con algo de cabello gris lo cual lo hace ver más maduro. Es inteligente y sensible, pero narra con cinismo y con una voz cansada. Encuentra la hipocresía y fealdad del mundo que lo rodea intolerable y con su cinismo trata de protegerse del dolor y decepción del mundo adulto. Es un niño rico, hijo de un abogado, y tiene dos hermanos, una niña muy inteligente y un hermano mayor que es escritor. También tenía otro llamado Allie que murió de leucemia. No es un joven muy aplicado y además, casi nada le gusta. Es arisco pero en el fondo tiene buen corazón. Cuando es expulsado del colegio Pencey, donde estudia, tres semanas antes de que terminen las clases, decide regresar a Nueva York y vagar por ahí para que sus padres no se enteren de la exp
ulsión. A travès de las páginas del libro asistimos a su periplo, en el cual se suceden variadas peripecias: se cita en un hotel con una prostituta, que luego le roba el dinero junto con su chulo; queda con una amiga; van al cine; regresa a su casa a escondidas para hablar con su hermana; se aloja en casa de un profesor de la que luego huye, después de que lo sorprenda acariciándole la cabeza mientras duerme. Todo ello salpimentado con las opiniones y recuerdos del joven acerca de su familia. Denostada por los sectores más conservadores de EEUU, esta novela revela los sentimientos y reflexiones de un adolescente de clase acomodada y, sin embargo, absolutamente disconforme con su vida, su entorno y sus congéneres. Las razones principales por las que este libro fue criticado eran principalmente su lenguaje ofensivo y sus referencias al abuso de drogas, alcohol y prostitución. Los críticos conservadores ven a Holden como un instigador de masas, distorsionando la mente de los jóvenes para convertirlos en "parias sociales". El relato menciona a personas exitistas, pacatas, prejuiciosas, superficiales, abúlicas, cuyo retrato parece resumir la idiosincrasia del estadounidense medio. Holden Caulfield, que se ha convertido en un icono del resentimiento adolescente, tiene una visión particular del mundo. Siente un extraño resentimiento por todo ser humano, los considera hipócritas, a veces sin razón aparente, a tal punto de deprimirse constantemente al notar la hipocresía que lo rodea. A pesar de tener un vocabulario limitado, Holden llega a ser muy ingenioso, y posee un humor muy sarcástico. También presenta indicios de mitomanía. Las primeras líneas del libro dejan en claro su forma directa de ser y hablar. La muerte de Allie, su hermano, de leucemia, cuando Holden tenía 13 años lo marca profundamente, emocional y físicamente, ya que la noche en que Allie murió, Holden, en un arrebato de furia, rompió todas las ventanas del garaje de su casa a puño limpio. Su hermano mayor, D.B., se convirtió en guionista de Hollywood. A Holden, que rápidamente expresa su odio por el cine, no le gusta que su hermano trabaje en Hollywood, a pesar de que disfruta al leer sus cuentos y novelas. Phoebe, a pesar de ser la hermana menor de Holden, es mucho más madura que él, y suele reprenderlo por su inmadurez y actitud infantil. Holden adora a Phoebe, al punto de llegar a ser sobreprotector, ya que Phoebe representa la inocencia para él. Es el deseo de volver a ver a Phoebe, su hermana menor, lo que le conduce de regreso al hogar cuando sus padres están ausentes. Mientras habla con ella, Holden inventa el único oficio para el que se siente apto: guardián en un campo de centeno al borde de un precipicio cerca del que muchos niños juegan. Imagina ser el encargado de cuidarlos para que no se caigan al abismo. La novela comienza con Holden narrando, desde lo que parece ser un hospital psiquiátrico, su expulsión de la escuela y su periplo por la ciudad de Nueva York, donde eventualmente llega a un punto donde no puede más y decide internarse para poder descansar de tanta "hipocresía". Como dato anecdótico se puede decir que éste era el libro de cabecera de Mark David Chapman, el hombre que mató a John Lennon. Aparentemente estaba obsesionado con él y lo llevaba encima cuando le mató. John Hinckley el hombre que disparó al presidente Ronald Reagan también estaba obsesionado con este libro. Esto le dio más controversia al libro de la que ya tenia, y fue fuente de referencia para ciertos tipos de conducta desviada. También se piensa que los motivos que llevaron a Lee Harvey Oswald a asesinar a J. F. Kennedy están relacionados con el libro. Jerome David Salinger nació en Nueva York el primero de enero de 1919 en el seno de una familia acomodada. Jugó entre los grandes edificios, paseó en bicicleta por Central Park y gozó de estupendos juguetes. Con doce o trece años se mudó a una casa mejor: era un chico rico de la gran ciudad. Cuando rondaba los quince años, su padre creyó que debía matricularse en la Academia Militar de Valley Forge. Allí se manifestó como un tipo especial. Era silencioso y pensativo, pero a la vez resultaba ingenioso y sutil, poseía un sentido peculiar del sarcasmo y se mostraba un tanto presumido y pomposo. Hacía muy bien las imitaciones de compañeros y famosos, y tenía una vocación clara hacia la interpretación. Usaba un lenguaje irreverente y amaba el periodismo y la literatura. A los quince años ya decidió ser escritor, y empezó a redactar los cuentos que le conducirán a la rara e inspirada perfección de su obra maestra. Entre 1936 y 1937 hizo un viaje por Europa (París, Londres y Viena) y lo aprovechó para escribir relatos. Más tarde, cuando se desató la II Guerra Mundial, participó en ella, sobre todo en Europa, como sargento de infantería. La experiencia bélica nunca le excitó ningún tipo de creatividad. Le costó una década publicar el libro «El guardián entre el centeno», que alcanzaría fabulosas cifras de venta y se transformaría en uno de esos libros de culto, porque propone una angustiosa, lúcida y humorística búsqueda de la identidad a través de la ironía, el dominio del lenguaje, el desparpajo y la dudosa ejemplaridad de un joven que no se resigna a aceptar lo que la sociedad le ofrece. Convertido en un fantasma viviente desde 1965, sigue escribiendo. No quiere que le tomen fotos, no ve a nadie, y desprecia a los intrusos. Lo que no puede evitar es ser un mito literario del siglo XX y haber escrito uno de los libros más vendidos y leídos en Estados Unidos y en el mundo entero: millones de jóvenes se ven reflejados en su radical protagonista. Podemos decir que es ya un relato clásico, traducido a 30 idiomas. En la actualidad es un libro de lectura obligada en los colegios americanos.
ulsión. A travès de las páginas del libro asistimos a su periplo, en el cual se suceden variadas peripecias: se cita en un hotel con una prostituta, que luego le roba el dinero junto con su chulo; queda con una amiga; van al cine; regresa a su casa a escondidas para hablar con su hermana; se aloja en casa de un profesor de la que luego huye, después de que lo sorprenda acariciándole la cabeza mientras duerme. Todo ello salpimentado con las opiniones y recuerdos del joven acerca de su familia. Denostada por los sectores más conservadores de EEUU, esta novela revela los sentimientos y reflexiones de un adolescente de clase acomodada y, sin embargo, absolutamente disconforme con su vida, su entorno y sus congéneres. Las razones principales por las que este libro fue criticado eran principalmente su lenguaje ofensivo y sus referencias al abuso de drogas, alcohol y prostitución. Los críticos conservadores ven a Holden como un instigador de masas, distorsionando la mente de los jóvenes para convertirlos en "parias sociales". El relato menciona a personas exitistas, pacatas, prejuiciosas, superficiales, abúlicas, cuyo retrato parece resumir la idiosincrasia del estadounidense medio. Holden Caulfield, que se ha convertido en un icono del resentimiento adolescente, tiene una visión particular del mundo. Siente un extraño resentimiento por todo ser humano, los considera hipócritas, a veces sin razón aparente, a tal punto de deprimirse constantemente al notar la hipocresía que lo rodea. A pesar de tener un vocabulario limitado, Holden llega a ser muy ingenioso, y posee un humor muy sarcástico. También presenta indicios de mitomanía. Las primeras líneas del libro dejan en claro su forma directa de ser y hablar. La muerte de Allie, su hermano, de leucemia, cuando Holden tenía 13 años lo marca profundamente, emocional y físicamente, ya que la noche en que Allie murió, Holden, en un arrebato de furia, rompió todas las ventanas del garaje de su casa a puño limpio. Su hermano mayor, D.B., se convirtió en guionista de Hollywood. A Holden, que rápidamente expresa su odio por el cine, no le gusta que su hermano trabaje en Hollywood, a pesar de que disfruta al leer sus cuentos y novelas. Phoebe, a pesar de ser la hermana menor de Holden, es mucho más madura que él, y suele reprenderlo por su inmadurez y actitud infantil. Holden adora a Phoebe, al punto de llegar a ser sobreprotector, ya que Phoebe representa la inocencia para él. Es el deseo de volver a ver a Phoebe, su hermana menor, lo que le conduce de regreso al hogar cuando sus padres están ausentes. Mientras habla con ella, Holden inventa el único oficio para el que se siente apto: guardián en un campo de centeno al borde de un precipicio cerca del que muchos niños juegan. Imagina ser el encargado de cuidarlos para que no se caigan al abismo. La novela comienza con Holden narrando, desde lo que parece ser un hospital psiquiátrico, su expulsión de la escuela y su periplo por la ciudad de Nueva York, donde eventualmente llega a un punto donde no puede más y decide internarse para poder descansar de tanta "hipocresía". Como dato anecdótico se puede decir que éste era el libro de cabecera de Mark David Chapman, el hombre que mató a John Lennon. Aparentemente estaba obsesionado con él y lo llevaba encima cuando le mató. John Hinckley el hombre que disparó al presidente Ronald Reagan también estaba obsesionado con este libro. Esto le dio más controversia al libro de la que ya tenia, y fue fuente de referencia para ciertos tipos de conducta desviada. También se piensa que los motivos que llevaron a Lee Harvey Oswald a asesinar a J. F. Kennedy están relacionados con el libro. Jerome David Salinger nació en Nueva York el primero de enero de 1919 en el seno de una familia acomodada. Jugó entre los grandes edificios, paseó en bicicleta por Central Park y gozó de estupendos juguetes. Con doce o trece años se mudó a una casa mejor: era un chico rico de la gran ciudad. Cuando rondaba los quince años, su padre creyó que debía matricularse en la Academia Militar de Valley Forge. Allí se manifestó como un tipo especial. Era silencioso y pensativo, pero a la vez resultaba ingenioso y sutil, poseía un sentido peculiar del sarcasmo y se mostraba un tanto presumido y pomposo. Hacía muy bien las imitaciones de compañeros y famosos, y tenía una vocación clara hacia la interpretación. Usaba un lenguaje irreverente y amaba el periodismo y la literatura. A los quince años ya decidió ser escritor, y empezó a redactar los cuentos que le conducirán a la rara e inspirada perfección de su obra maestra. Entre 1936 y 1937 hizo un viaje por Europa (París, Londres y Viena) y lo aprovechó para escribir relatos. Más tarde, cuando se desató la II Guerra Mundial, participó en ella, sobre todo en Europa, como sargento de infantería. La experiencia bélica nunca le excitó ningún tipo de creatividad. Le costó una década publicar el libro «El guardián entre el centeno», que alcanzaría fabulosas cifras de venta y se transformaría en uno de esos libros de culto, porque propone una angustiosa, lúcida y humorística búsqueda de la identidad a través de la ironía, el dominio del lenguaje, el desparpajo y la dudosa ejemplaridad de un joven que no se resigna a aceptar lo que la sociedad le ofrece. Convertido en un fantasma viviente desde 1965, sigue escribiendo. No quiere que le tomen fotos, no ve a nadie, y desprecia a los intrusos. Lo que no puede evitar es ser un mito literario del siglo XX y haber escrito uno de los libros más vendidos y leídos en Estados Unidos y en el mundo entero: millones de jóvenes se ven reflejados en su radical protagonista. Podemos decir que es ya un relato clásico, traducido a 30 idiomas. En la actualidad es un libro de lectura obligada en los colegios americanos.
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