sábado, 27 de mayo de 2017

Quadrophenia de Franc Roddam (1979)


El nacimiento de dos sectas juveniles rivales (los "mods" y los "rockers") tiene consecuencias devastadoras. Para Jimmy y sus compinches, una pandilla bien trajeada, adicta a las pastillas y siempre a lomos de sus scooters, ser un mod es una forma de vida, es pertenecer a su generación. La cuadrilla de Jimmy se va a Brighton, dispuesta a vivir una salvaje aventura de drogas, emociones y batallas campales contra los rockers.

La historia que se cuenta en Quadrophenia es la historia de Jimmy Cooper, un joven londinense de clase obrera que, a través del prisma de su rabia adolescente, cree vivir una vida vacía y sin futuro contra la que decide rebelarse. Se ve atrapado en un trabajo mediocre que no le satisface, tiene problemas para relacionarse, detesta a sus padres y a su hermana y no soporta regresar cada noche al domicilio familiar, donde no es nadie. Por las tardes, arropado por los demás miembros de su pandilla, se siente especial.

El relato se ubica en el año 1964, en pleno auge del movimiento mod, al que Jimmy y sus amigos se aferran como el único suelo firme que conocen. Hay en todo ello cierta herencia de los estereotipos beatnik y, al mismo tiempo, se empieza a respirar un ambiente protopunk, muy pegado a la realidad del «no future» de la juventud británica de mediados de los años setenta. Su actitud pesimista y de desarraigo vital, su sentimiento de pertenencia a la manada, su atávica rivalidad con los rockers y las consecuentes peleas callejeras, su especial querencia por determinados estilos de música como el modern jazz, el R&B, el soul o el ska jamaicano, el consumo de anfetaminas y su marcados patrones estéticos constituyen, en el caso de Jimmy, una suerte de patria.

Sin embargo, algo no termina de encajar. Su carácter rebelde no basta para calmar algunas de sus inquietudes, que por momentos parecen oscilar entre cuatro puntos cardinales diferentes. No solo hay un Jimmy Cooper dentro de casa y otro Jimmy Cooper en la calle. El desdoblamiento es mayor. Y el motivo es que el personaje fue creado para padecer algo similar a una cuádruple personalidad. Hay cuatro clases de Jimmy Cooper. Un hecho que se refleja en diferentes partes de la historia, sobre todo en lo que se refiere a las diferentes reacciones del protagonista, pero especialmente en cuatro canciones que representan y definen cada uno de sus caracteres, «Helpless Dancer», «Bell Boy», «Doctor Jimmy» y «Love, Reign o’er Me.

Cuando Pete Townshend comenzó a escribir Quadrophenia, un álbum que constituiría su segunda ópera rock después de Tommy, tenía en mente que los protagonistas del relato fuesen los propios miembros de The Who. Sin embargo, al comentar la idea con Jack Lyons, uno de los principales seguidores de la banda, este sugirió a Pete que tal vez el protagonista podría ser un fan del grupo. Fue entonces cuando Townshend decidió escribir sobre un seguidor de The Who cuyas cuatro personalidades se correspondiesen con las de los cuatro integrantes de la banda. Es decir, The Who contarían la historia de un seguidor de The Who que, a su vez, representaría a los propios miembros de The Who.

Por eso cada una de las cuatro canciones que reflejan en Quadrophenia la personalidad de Jimmy son, en realidad, canciones que hablan del carácter y la forma de ser de Roger Daltrey, Keith Moon, John Entwistle y Pete Townshend.

Jimmy es un personaje que tiene cuatro caras. Una de ellas es la violenta y agresiva. La segunda tiene algo de romántico y tierno. La tercera es alocada y despreocupada, mientras que la cuarta y última es la más inquieta, la de un joven que se hace preguntas y busca respuestas. Cada una de estas caras está representada por un miembro del grupo.

Jimmy ha entrado en una espiral autodestructiva y no encuentra su lugar. Sus padres lo han echado de casa, ha abandonado el trabajo, su novia lo ha dejado por su mejor amigo, se ha gastado todo el dinero que le quedaba en drogas y ha destrozado su scooter en un accidente de tráfico. Decide regresar a Brighton en busca de la única referencia que le queda, Ace Face, el líder de su cuadrilla de mods, pero allí descubre que, como le sucedía a él mismo, ese personaje solo existe dentro de la manada. El resto del tiempo es el botones de un hotel. Todo su mundo se ha venido definitivamente abajo. Ya no sabe qué es real y qué no lo es.

 Así que roba la moto de Ace Face y conduce hasta los acantilados de Beachy Head dispuesto a terminar con sus propios demonios. Durante el proceso, observamos cómo afluyen las cuatro personalidades de Jimmy. El tipo peligroso que roba una scooter a plena luz del día, el temerario que recorre el borde del acantilado, el romántico que se detiene frente al océano y pierde su mirada en el horizonte y, por fin, el chico asustado que se pregunta quién es. Hasta que Jimmy reacciona y grita «¡Yo!», respondiendo tal vez a la pregunta sobre su verdadera identidad.

Es entonces cuando toma carrerilla con la moto, se coloca frente al acantilado y todo aquello que continuamente parecía estar a punto de suceder, por fin sucede. Desde un plano contrapicado, la scooter de Ace Face y todo lo que representa, la propia vida anterior de Jimmy, su trabajo, su familia, su grupo de mods, las anfetaminas y sus cuatro personalidades, son lanzadas al precipicio y destrozadas contra las rocas, donde el pasado permanecerá para siempre hecho añicos.

Solo volvemos a ver a Jimmy una vez más, y es al principio de la película. En la primera escena, que, cronológicamente, es la última. Aparece caminando hacia nosotros, con el acantilado al fondo y la actitud de quien comienza de nuevo. A sus espaldas ya no queda nada, salvo la vacía inmensidad del mar.
Fuente: Jotdown

No hay comentarios:

Publicar un comentario