lunes, 15 de enero de 2018

Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne



La acción comienza en la apacible mansión de un viejo barrio de Hamburgo donde reside el profesor Lidenbrock, geólogo y mineralogista. Conviven con el irascible profesor una protegida suya, Graüben, y un sobrino, Axel, que ayuda en sus trabajos a su tío y está enamorado en secreto de la dulce Graüben.

Un día, el profesor, llegó muy alborotado de una librería. La razón de tal nerviosismo era la pieza de museo que encontró en ella. Era una obra de valor incalculable, de la cual se deslizó un pergamino muy antiguo escrito con letras extrañas y desconocidas para Lidenbrock.

En tal criptograma un alquimista islandés del siglo XVI, Arne Saknüssemm, dejó oculta una extraordinaria revelación: por uno de los cráteres del Sneffels, volcán extinto de Islandia, Saknüssemm había logrado penetrar hasta el centro de la Tierra.

El antiquísimo manuscrito prueba que es posible viajar a las entrañas de la Tierra. Tío y sobrino unieron sus mentes para descubrir su significado. Al cabo de unos días sintieron una gran alegría; ese trozo de papel describía los pasos que se debían seguir para llegar al centro de la Tierra.

 Axel fue el que descubrió la clave del pergamino, al principio no sabia si contarle a su tío pues él ya sabía la reacción que este iba a tomar, pero después de ver la insistencia de su tío por descubrir el pergamino se decidió a contarle y el profesor Lidenbrock al leerlo salto de emoción y le dijo a Axel que preparara el equipaje para los dos.

 Lo prepararon todo, pagaron a un guía llamado Hans que les acompañaría durante todo el viaje y comenzaron su gran aventura. Pasaron varios días hasta que llegaron al cráter del volcán Sneffels y se internan en las entrañas de la Tierra.

 El viaje parecía transcurrir sin ningún problema, hasta que observaron que las reservas de agua de las que disponían eran insuficientes, pero finalmente descubrieron un arroyo. Axel estaba harto del viaje, se sentía débil e inseguro, quería volver a su casa. Entre pensamientos y sueños, sin darse cuenta se había separado del grupo. No los encontraba, se había perdido bajo toneladas de rocas y tierra. Cuando su desesperación fue insuperable su tío y Hans le encontraron. Se sintieron muy felices, pero, a pesar de lo ocurrido, el profesor decidió seguir el viaje.



 Después de estar días y días sumergidos en la más profunda rutina y monotonía del paisaje, llegaron a una gran bóveda formada por grandes nubes y vapores movedizos. Ésta se elevaba encima de un lago. Observaron la maravilla que les rodeaba. Descubrieron animales antiguos, algunos de medidas sobrenaturales y extraña apariencia.

En las riberas del lado crecen vegetaciones exuberantes de épocas remotas, son testigos de la lucha mortal entre un ictiosauro y un plesiosauro, descubren fósiles humanos y un cadáver momificado de la época cuaternaria y encuentran a un semihumano y gigantesco pastor de una manada de mastodontes.

 Al ver que no avanzaban andando por la costa, construyeron una balsa y decidieron atravesar el tenebroso lago, donde se vieron envueltos en una gran tormenta. Sin darse cuenta y debido a los relámpagos y la lluvia habían vuelto al punto de partida. El profesor se desanimó mucho, pero siguió investigando.

 En una arboleda alta, frondosa y espesa encontraron huesos de animales antediluvianos, gigantes extraños y algunos cráneos humanos, lo que, evidentemente, representaría un descubrimiento único y de una importancia incalculable.

 Durante la caminata vieron una galería cerrada. La hicieron explotar con dinamita desde la la balsa para intentar atravesarla. Después de producirse la explosión empezaron a subir y subir empujados por una agua ardiente, origen de una erupción volcánica que provocaron.

 Cuando despertaron se encontraban en el volcán Estrómboli, que se encuentra en la isla italiana del mismo nombre, indicador de que habían recorrido medio mundo bajo la Tierra.

 Al llegar a su pueblo y contar la experiencia, su nombre resonó por todo el mundo. No sabían exactamente hasta donde habían llegado, pero se sintieron muy orgullosos. El profesor fue considerado un sabio y se le concedieron diversos puestos de honor, aunque su verdadera felicidad reposaba en el viaje al centro de la Tierra.

 Capítulo I.- El profesor Lindenbrock, Marta, Graüben y yo Axel vivíamos en la misma casa tranquilamente hasta que un día el profesor llegó con un libro muy antiguo y se encerró en su despacho, después de un rato me pidió que entrara y me enseñó un libro del famoso sabio del siglo XVI Arne Saknussemm así que pasamos dos días completos sin comer ni dormir tratando de descifrar un extraño papel que cayó del libro cuando me lo mostró; el papel tenía unas instrucciones que aparentemente narraban la forma de llegar al centro de la Tierra, así que mi tío se entusiasmó dé tal manera que me aviso que saldríamos a realizar aquel viaje al cabo de 3 días. Decidí salir a buscar a Graüben a ver si lograba hacer entrar en razón a mi tío a lo que ella me dijo que estaba totalmente de acuerdo con que fuera a ese viaje.

 Capítulo II.- Esa noche casi no pude dormir, al día siguiente me encontré con la sorpresa de que el profesor había empezado a preparar las maletas y toda la casa estaba llena de cuerdas, antorchas, cantimploras y cosas así. El día llegó y no me quedó otro remedio más que la resignación aunque no estuviera de acuerdo me despedí de todos pensando que sería la última vez que los vería y abracé fuertemente a Graüben ella solo me dijo que ahora yo dejaba a mi novia pero que al regreso encontraría a mi mujer.

 Capítulo III.- Emprendimos nuestro viaje y llegamos al lugar indicado así que nos contactamos con un ex-colega de mi tío, él nos presentó a un guía llamado Hans ya que el no podía acompañarnos claro que no le dijimos nuestras verdaderas intenciones, nos encaminamos a un volcan llamado Sneffels cabalgamos y después continuamos a pie tuvimos que pasar muchos peligros a 1600 metros de altura; a las 11 de la noche llegamos a la cima y al día siguiente comenzamos el descenso hasta ese momento fue cuando me di cuenta que lo de entrar en el volcan era verdadero, aunque en el fondo de mi corazón tenía la esperanza de que el profesor desistiera.

 Capítulo IV.- Mi tío decidió entrar a una galería en donde no encontramos más que un callejón si salida, por la desesperación Hans golpeó unas rocas y de ahí brotó un manantial de agua dulce, después me perdí en una de las tantas galerías que había por alrededor de 4 días, gracias a un abismo en el que caí me reencontré con Has y con el profesor; cuando desperté luego de un día entero de estar durmiendo creí que estaba alucinando ya que sentía el sol y escuchaba las olas del mar, mi tío me explicó que no estaba alucinando si no que eso era lo que habíamos encontrado: una playa.

 Capítulo V.- Finalmente pude ver un inmenso mar, caminamos un poco por la playa y encontramos una enorme selva de hongos; luego Hans comenzó a construir una balsa ya que el profesor creía que del otro lado del mar encontraríamos donde seguir descendiendo.

 Capítulo VI.- Luego de un rato de estar navegando nos encontramos con unos gigantescos animales cocodrilos, marsopas, serpientes, etc. Gracias al cielo salimos sanos y salvos pero no por mucho tiempo ya que una monstruosa bola de fuego casi nos vuela la cabeza, y una tormenta nos atrapó por varios días hasta que conseguimos llegar de nuevo a la playa y ahí encontramos un cuchillo que perteneció a Arne Saknussemm, más adelante en una cueva vimos unas iniciales grabadas con las iniciales A.S. sin embargo la cueva estaba truncada por una piedra de granito demasiado grande así que no quedó otro remedio que volarla con pólvora.

 Capítulo VII.- Al hacer volar la roca todo se oscureció ya que creo que al estallar la roca abrió un enorme abismo que nos estaba succionando junto con todo el mar y la balsa. De pronto no encontramos en un lugar donde según el profesor era el interior de un volcán ya que a nuestro alrededor había ríos de lava y hacia un calor demasiado asfixiante así que tuvimos que quitarnos casi toda la ropa y para colmo de males nos habíamos quedado sin comida.

 Capítulo VIII.- Repentinamente salimos disparados y cuando recobre la conciencia nos encontrábamos en la cima de un valle verde lleno de vegetación, de frutas y de agua cristalina. Según nuestros cálculos no encontrábamos en el mar mediterráneo sin poder explicarnos como, exactamente en la isla de Stromboli. Más tarde nos dirigimos hacia el puerto con la historia de que éramos náufragos.

 Capítulo IX.- Después de varios días por fin pudimos llegar a nuestra amada casa y yo pude volver a mi querida Graüben lo cual me llenó de alegría. Gracias a la indiscreción de Marta todo el mundo sabía lo de nuestro viaje aunque no lo creían, pero al ver a Hans y por los reportes de Islandia se dieron cuenta que era verdad así que a mi tío le dieron un gran reconocimiento y ofrecieron una gran cena en nuestro honor. Sin embargo el profesor no estaba satisfecho ya que nuestra brújula se encontraba sin razón alguna con los polos invertidos, hasta que un día logra resolver ese gran misterio gracias a la gran bola de fuego que había imantado todo la brújula no marcaba los polos opuestos y solo así mi querido tío pudo ser feliz.




No hay comentarios:

Publicar un comentario