"En el camino" fue la biblia y el manifiesto de la generación beat. En esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados de Dean Moriarty y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York.
Sal Paradise es un joven escritor que vive tranquilamente en con su tía en Nueva York al que le empieza a aburrir su ciudad y necesita vivir nuevas experiencias. Es un personaje bohemio que se deja llevar por los demás.
Dean Moriarty es un joven con una vida difícil, incapaz de comprometerse con nada ni nadie, lo único que le interesa es viajar y vivir la vida al máximo llevado por sus impulsos, por ejemplo, por su adicción a robar autos para después dejarlos tirados solo por el placer de salir a dar vueltas o de hablar horas y horas sobre un simple detalle.
Dean era hijo de un borracho miserable, uno de los mas vagos de la calle Larimer. A los seis años solía comparecer ante el juez para pedirle que pusiera en libertad a su padre. Solía mendigar en las callejas y entregaba el dinero a su padre, que esperaba entre botellas rotas con algún viejo amigote.
Luego, cuando Dean creció, empezó a frecuentar los billares de Glenarm y fue a parar a un reformatorio. Desde los once a los diecisiete años pasó la mayor parte del tiempo en reformatorios. Su especialidad era el robo de coches; luego acechaba a las chicas a la salida de los colegios, y se las llevaba a las montañas, se las volteaba y volvía a dormir a cualquier cuartucho de un hotel de mala muerte.
Los demás personajes que van apareciendo son de la misma esencia: jóvenes impulsados por la edad a buscar nuevas experiencias. Es el comienzo de la generación beat, un grupo que antecedió a los Hippies.
La lista de los "héroes menores" es interminable: Chad King, Carlo Marx, Marylou, Bull Lee, Elmer Hassel, Jane, Roy Johnson, Ed Dunkel, Remi Boncoeur, Lee Ann, Montana Slim, Mississippi Gene. Este grupo manifiesta un afán indescriptible por vivir, considerado lo único sagrado, lo cual significa vivir al máximo. La vida para ellos tiene como sustancia la conciencia obnubilada de la muerte cercana. Se vive intensamente como si se estuviera muriendo.
Sal conoce a Dean, a través de un amigo, al que Dean escribía desde un reformatorio, para que le ayudara a culturizarse y le enseñase lo que sabía. Chad se lo cuenta a Sal para que este, al ser un escritor, ayude a Dean.
Después de que se conocen, Dean aparece un día en casa de la tía de Sal en Nueva York, Sal se queda extrañado al ver que Dean quiere aprender a escribir y por eso lo busca. Aun a sabiendas de que Dean se estaba aprovechando de él, no podía pedirle que se marchara porque necesitaba las aventuras que cada día le daba: salidas nocturnas, alcohol, drogas, mujeres, una vida que siempre había querido probar pero nunca se había atrevido.
Dean más tarde se casa con una chica a la que trata mal, y acaban separándose y discutiendo, de donde sale una denuncia falsa sobre Dean que hace que tenga que escaparse para que no lo detenga la policía.
El primer viaje de Sal es a Denver donde también habían viajado sus amigos incluido Dean. Para llegar allí Sal hace autoestop, y en el transcurso del viaje se encuentra con muchas personas distintas. Cuando llega se encuentra con sus amigos y pasa varias noches en casa de Chad y después vuelve a casa.
Su siguiente viaje es a San Francisco donde siguen sus aventuras nocturnas. Después de estar en San Francisco, conocen a una chica, lo cual le lleva a viajar a México.
Dean aparece en Virginia en las navidades del siguiente año donde se encuentra Sal, allí Dean causa una mala impresión en la familia de Sal. Sal y Dean viajan a Nueva York para llevar unos muebles del hermano y luego vuelven a por la tía de Sal.
Después de pasar unos meses en Nueva York vuelven a San Francisco parando unos días en Nueva Orleans y después de una temporada en San Francisco Sal vuelve a Nueva York.
En su siguiente viaje vuelve a Denver pero no encuentra a ninguno de sus amigos y decide seguir hasta San Francisco donde encuentra a Dean destrozado por sus salidas nocturnas. Después de estar allí vuelven a Denver, y pasando por Detroit llegan a Nueva York.
“En el camino” quiere decir más o menos lo siguiente: dejarse quemar por la locura, por los viajes, por las drogas. Esta vida es para pocos, para aquellos que ya están destinados al desajuste y al desenfreno, a la ruptura de las fronteras entre ciudades, estados y también países. Lo importante no es el llegar, sino el viaje en sí: el estar "en el camino".
Es una forma de vida que desconoce lo convencional, los amores eternos quedan atrás, la estructura familiar de los beats está destrozada. Quienes andan en el camino son hijos de drogadictos, de prostitutas, de alcohólicos o de vagabundos.
Andar de camino es ganarse la vida, el alimento y lo necesario para el próximo viaje. La desolación de ir por la carretera, en un camión, se hace presente como síntoma de una generación que no tiene otro lugar a dónde ir; no hay nada por hacer: una carrera universitaria no asegura nada, un negocio no es para ellos, pues su vida está destinada al camino, ya sea haciendo autostop en las diferentes carreteras (las Rutas 6 y 66) o en trenes de carga de las líneas Missouri Pacific, Great Northern o Rock Island.
De cierta manera, la novela no muestra tajantemente el dolor que subyace en la piel, en la búsqueda de algo incesantemente, en la conciencia desgarrada de no poder encontrar algo. Por esto, el beat siempre va hacia delante, el dolor lo impulsa a no detenerse.
Para ellos sólo hay hogares temporales en cuartos de hoteles desvencijados. La sed vital insatisfecha, la búsqueda de horizontes de sentido, de dicha y de conocimiento y los atisbos místicos se estrellan contra una realidad inhóspita y desesperanzada.
El último viaje de Dean es a Nueva York donde va en busca de unos papeles para divorciarse de su actual mujer a la que abandonó poco después de casarse. Mientras que Sal sienta la cabeza.
Jack Kerouac escribió este himno definitivo de la generación beat en solo 3 semanas en un departamento de la calle 20 oeste en Manhattan, en el año 1951.
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