jueves, 24 de noviembre de 2016

Hotel Beat


En Noviembre de 1992 en los Laundry Room Studios de Seattle, Kurt Cobain colaboró con William S. Burroughs (uno de sus únicos ídolos, poeta y escritor de la generación Beat) tocando la noise guitar para un cuento escrito y narrado por Burroughs titulado The Priest They Called Him, que cuenta la historia de un adicto veterano que busca drogas ilegalmente en víspera de navidad. El cuento inicia con una versión distorsionada de la canción navideña Noche de Paz, y luego el sonido pasa a ser un background de la voz de Burroughs, añadiéndose al ambiente controlado de la historia.

La afición de Cobain por Burroughs se inició desde mucho antes, cuando pasaba horas enteras en la biblioteca local de Aberdeen, Washington. Allí leyó las novelas de Burroughs. Cuando una periodista le preguntó sobre sus gustos literarios en una entrevista realizada en 1992, Kurt Cobain dijo: “me gusta cualquier cosa que comience por B. El que más me gusta es Burroughs. También Bukowski y Beckett.”

William Burroughs fue el escritor que más influenció a Kurt Cobain. Tenía un método que le enseñó Burroughs para componer sus canciones. La técnica se llamaba cut–up, y Burroughs la aprendió de Brion Gysin (pintor y escritor) en el Hotel Beat de París, donde a finales de 1950 y principios de 1960 se hospedaban artistas y escritores Beat como Allen Ginsberg, Peter Orlovsky, Ian Sommerville y Gregory Corso.

Pronto esta técnica de escritura –que consiste en cortar un texto en varias partes, reensamblarlas aleatoriamente y notar cambios de significado, líneas de tiempo y narrativas– se convirtió en la fuente de inspiración de músicos como David Bowie, Gary Newman y Bono de U2.

Burroughs consagró su carrera literaria a la subversión, pero pronto se dio cuenta de que su obra, leída sólo por minorías, carecía de la capacidad de provocar a las masas. En cambio, los músicos americanos, portadores de un joven lenguaje de agitación, el rock & roll, eran sangre fresca para el veterano y exhausto escritor. Desde el comienzo de los 70, Burroughs frecuentó amistades con David Bowie, Lou Reed o Patti Smith, pero su interés por los círculos músicales se alargará a la generación Nirvana. Michael Stipe o Kim Gordon y Thurston Moore (Sonic Youth) visitaron en varias ocasiones al patriarca, al que dedicaron canciones y le robaron versos. Durante la década, álbumes de todos los géneros (de la electrónica de Ministry al rap de The Disposable Heroes) siguen tomando las grabaciones de voz del autor como punto de partida. En 2013, Thurston Moore grabó la canción «Burroughs», el (pen)último homenaje.

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