sábado, 26 de noviembre de 2016

Lolita de Vladimir Navokov

"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas, mi pecado, mi alma", es la primera invocación del narrador Humbert Humbert, quien en su oscura infancia europea se enamoró impúdica y frenéticamente de una niña de su edad llamada Annabel, que muere de tifus cuatro meses después de haberla conocido.
Desde entonces Humbert desea niñas, o a nínfulas, (según el término acuñado por él), ninguna curva madura le incita, ninguna mujer con carácter de mujer y cuerpo de mujer le atrae. Es incapaz de desear cualquier figura que se aleje de la silueta fina, juvenil, fresca e imberbe de su primer amor.
Ya adulto y convertido en un europeo refinado, brillante y atractivo viaja a una ciudad de Nueva Inglaterra, Ramsdale, para ocupar un puesto de profesor. Una vez allí se hospeda en casa de una voluptuosa viuda, Charlotte Haze, que ve en Humbert la materialización de todas sus fantasías provincianas. Pero Humbert oculta su herida envenenada: el recuerdo del frustrado amor de su adolescencia.
En la casa está también Lolita, la hija de Charlotte, que resulta ser su sueño hecho realidad. En aquél lugar elegido de un pueblo sureño Humbert tiene que enfrentar el acoso de la viuda y, especialmente, las artes de seducción de Lolita, cuya atracción lo envuelve en el paroxismo del deseo y lo sumerge en una vorágine lujuriosa. Humbert, entonces, concibe un plan maestro: se casará con su madre para poder estar siempre cerca del objeto de sus afectos: la alegre adolescente, la irresistible nínfula de nombre encantador, lírico y melodioso: Lolita.
Charlotte (madre de Lolita) al revisar el cuarto de Humbert encuentra su diario con confesiones escritas sobre su indiferencia hacia el matrimonio y su apasionada lujuria por la niña. Charlotte Haze planea dejar la casa junto con su hija a quién mandará a un internado y fuera del alcance de Humbert. Escribe tres cartas para organizar algunos negocios antes de su partida y en su prisa enloquecida por mandar las cartas, es atropellada por un auto y muere.
La muerte de la madre en el accidente, deja libre el camino a las andanzas de estos amantes, cuyos pasos son seguidos de cerca por un extraño personaje. Difícil establecer quién es víctima y verdugo, posiblemente la mayor pregunta a la que nos aboque el autor. Humbert sucumbe a su vez a la picardía de Lolita que intuye el deseo que despierta, y se complace en él haciendo gala de un mordiente y certero coqueteo, sin intuir las consecuencias.
El viudo Humbert, entonces, comienza a viajar a lo largo de los Estados Unidos, de motel en motel junto con Lolita, con quien mantiene ahora una relación sexual. Esta relación termina cuando un adulto rival, Clare Quilty, convence a Lolita de dejar a Humbert y escapar con él.
En los años siguientes, Humbert tiene lo que probablemente sea su primera aventura amorosa 'normal', con una alcohólica llamada Rita. Pero este periodo termina súbitamente cuando Humbert es contactado por la ahora joven de 17 años, Lolita, que necesita dinero. Humbert la rastrea y la encuentra casada y visiblemente embarazada. Hubiera intentado matar al marido pero se da cuenta de que no es el individuo con quien Lo había estado saliendo durante sus viajes en el pasado.
Persuade a Lolita para que le diga el nombre del rival que se la había llevado y le da 4000 dólares, para que ella y su esposo se vayan a Alaska. Humbert se da cuenta de que a pesar de que ha dejado de ser una ninfula, todavía la desea, de hecho se ha enamorado realmente de ella, pero Lolita no lo ama a él. Al darse cuenta de esto, rastrea a Quilty y lo mata.
Humbert muere en prisión con trombosis coronaria después de dictar la historia a su abogado. Más tarde, "Lo" muere en Alaska cuando está dando a luz un hijo, que también muere.
La gran pregunta y la gran incitación de Lolita es ¿quién seduce a quién, quién es la marioneta y quién tira de los hilos? ¿El enfebrecido y delicuescente Humbert Humbert, profesor y traductor, que imagina y persigue su objeto de deseo hasta obtener una satisfacción mecánica que no hace sino aumentar su desequilibrio, o la ninfa que parece crecer desde una ingenuidad preconsciente y perturbadora hasta un influjo que se vale astutamente de su supuesta inocencia para manipular a su aparente conquistador?.

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